Sabado sensible

El sabado fue un día extraño...
El viernes sali de fiesta y llegué a casa sobre la siete de la mañana, y a las once ya me levanté, así que tan solo dormí cuatro horas... no se si era el sueño o que, el caso es que me levante bastante triste, además me dolía mucho la mano de una caida que tuve el viernes en la tarde y todo se me juntaba, llegó un momento en el que de tanto pensar me puse a llorar como una niña de cinco años, hacía mucho tiempo que no lloraba así, por la tarde la cosa no mejoraba nada, finalmente fui a la reunión de jóvenes pero estando allí hubo tres veces que me quería ir para casa y no se porque me seguía quedando pero seguía llorando y no podía dejar de hacerlo... odio que la gente me vea llorar, asíque me puse atras del todo y parece que nadie me vió por lo menos nadie me preguntó lo cual agradezco porque no tenía ganas de hablar... Al final me alegré de quedarme ya que la predicación me vino muy bien, se habló de crisis y de como superarlas... parece que Dios volvió ha hablarme después de mucho tiempo de silencio... No es que ahora este de maravilla, pero la tristeza ya no me invade, y aunque aun la tengo dentro la ignoro y trato de hacer mi vida como puedo...